El Vicario de la educación, Andrés Moro se reunió con un grupo de jóvenes del colegio que están por recibir el sacramento de la Confirmación. Con gratitud y dedicación, les compartió su reflexión sobre las cartas que cada una había entregado, revelando los corazones que palpitan detrás de cada palabra.
Con serenidad en sus ojos, les invitó a ser las artífices de una iglesia viva, vibrante, llena de acción y regocijo. Con paciencia y cariño, también respondió a las dudas que las jóvenes presentaron, despejando cualquier sombra de incertidumbre que pudiera oscurecer sus corazones. Cada pregunta fue recibida con el mismo respeto y apertura, nutriendo así el crecimiento espiritual de aquellos jóvenes corazones.
En aquel encuentro, el sagrado y lo humano se entrelazaron, forjando lazos que perdurarían más allá de aquel momento. El vicario y las jóvenes se convirtieron en compañeros de un viaje compartido, en la búsqueda de una fe vivida con autenticidad y alegría, guiados por la mano amorosa de Dios.