CDC Barras: ¡Verde Campeón!

El mundo nos reclama un despertar. Pareciera que estamos anestesiados ante tanto desastre; pareciera que el sufrimiento de miles de personas en nuestro planeta nos da lo mismo, somos indiferentes frente al sufrimiento de quien es discriminado por el género, la etnia, la orientación sexual; pareciera que todo eso es ajeno a nosotros, pero no lo es. Vemos a los animales como seres inferiores; sin embargo, ellos saben vivir en armonía con su entorno, si tan sólo pudiésemos ser menos arrogantes y aprender de ellos. Si dedicásemos la energía necesaria para lograr lo que nuestra alma anhela, podríamos salir del mundo del ensueño haciendo realidad lo que nos hace felices. Depredamos egoístamente nuestro planeta, olvidamos que cada vez que arrasamos con él, nos acercamos a un punto crítico del cual no hay retorno.

Los últimos eventos de nuestro planeta nos otorgan oportunidades para revisar qué hemos hecho: qué estamos haciendo y qué queremos hacer. El hallazgo del agujero negro es un logro sin precedentes en la astronomía, tremendo descubrimiento que nos recuerda que Sí tenemos capacidad de asombro, capacidad que pareciera dormida ante tanta guerra y crueldad, ya es hora de asumir que el sufrimiento de otros, por lejanos que estén, es el nuestro también. Se destruye un ícono arquitectónico y religioso, hermosa e imponente construcción admirada por todos. Tal vez su reconstrucción marcará el inicio de una nueva era obediente a las bases del cristianismo que predicó Jesucristo.

Se desclasifican secretos importantes mundiales, es tiempo que los líderes planetarios comiencen a actuar de una manera tal que todos quienes habitan este lugar puedan encontrar un espacio de paz. Las mujeres del mundo se organizan para reclamar lo que es justo, que nuestra energía colabore amorosamente en la reconstrucción social de un nuevo nacer.

Estamos a tiempo de revetir, nos dicen nuestros colores. Si no es a gran escala, al menos con pequeños esfuerzos, esos necesarios para comenzar la sanación que el mundo pide a gritos.

El color azul nos dice que ha llegado el momento de curar las heridas, de salvar los abismos que nos dividen, de dejar los muros que nos separan. Nos demanda con urgencia que no sigamos repitiendo los errores del pasado, que no permitamos que las nuevas generaciones sigan sufriendo.
El color rojo nos hace un llamado a volver a nuestra esencia, es hora de tomar conciencia que vivimos en un planeta que requiere del equilibrio. Nos recuerdan que la búsqueda infinita no es la clave para la felicidad; sino que ella se encuentra en las cosas simples y pequeñas de cada día. 

Las verdes nos invitan accionar los cambios, a enfrentar el miedo, a tener el coraje de hacer realidad nuestros sueños, a creer en nosotros mismos, a encarar las pesadillas con valentía para transmutarlas usando el amor como principio activo para lograr nuestra misión en la vida.
El color amarillo nos pide dejar la pasividad de lado, nos llama a ser activos. Es hora de detener la desmedida ambición que nos está moviendo. Volvamos a la armonia esencial, usemos la tecnología para buscar soluciones a nuestros problemas, no para dañarnos unos a otros.

Hoy debiéramos irnos de este estadio con una reflexión que nos inspire: menos juicio y más amor, menos palabras y más acción, menos éxito y más felicidad.

Gracias queridas alumnas por su entrega: jefas, sub jefas, voleibolistas, atletas, gimnastas, artistas, muralistas, libretistas, costureras, bailarinas, a todas quienes de una u otra manera aportaron a su color. Gracias a las pequeñas de 5to por formar parte, con alegría y compromiso, de este campeonato. Gracias a nuestra generación de IV Medio por su compañerismo y por el cariño puesto en su último campeonato.

El color ganador de nuestro campeonato de colores 2019 es el color Verde.