La voz

Tenemos el derecho a luchar por ser escuchados. Atrevámonos con valentía a ser quienes somos, confiando que nuestra alma nos llevará donde queramos ir. ¡Escuchémonos! 

Siglo XVI: La iglesia censura la voz de Nicolás Copérnico, por postular que el humano y la tierra no son el centro del universo.
Mediados del siglo XX: Hitler tortura y asesina a más de 6 millones de personas por su origen étnico, religioso, creencias políticas y orientación sexual.
1969: Nueva York, disturbios en el bar Stonewall con la policía, donde la comunidad, LGBTQ+ se defiende por primera vez para ser reconocida. 
2019: Chile, estudiantes saltan el torniquete del metro, como muestra de malestar por la subida de transporte y acumulación de injusticias económicas y sociales en torno a ellos y sus familias, lo que da inicio al estallido social.
2022: Afganistán, restitución del régimen Talibán, el que coarta derechos básicos a las mujeres como al de la educación universitaria, entre otros más.
Mayorías y minorías han sido reprimidas de diferentes maneras y a veces sin razón alguna. 
Las injusticias humanas varían en sus niveles pero siempre están presentes incluso en los actos más cotidianos y todas estas por causa de la falta de comunicación, comprensión y el exceso de poder. 

Queremos hablar de las notas vocales de cada uno de nosotros. Mi voz, tu voz, nuestras voces. La comunicación entre nosotros, el poder expresarse, ser escuchado y saber escuchar. La voz de muchos ha sido cortada, aquellos que no quieran oírla no la escucharán. 
A lo largo de la historia, no siempre nos hemos logrado comunicar, lo que ha generado muertes injustas, guerras, violaciones de derechos humanos, conflictos a nivel mundial, amenazas y más. 
El poder expresarse libremente es tan fundamental para la sociedad como para uno mismo. 
Gracias a poder decir nuestras ideas, sentimientos y reflexiones, se han logrado hacer desde avances tecnológicos hasta obras de arte impresionantes que cambian la forma en la que funciona el mundo y lo hacen avanzar. 
Midamos nuestras palabras cuando hablamos, incluso cuando hacemos bromas. Cada vocal, cada sílaba, cada sonido que sale de nuestras bocas, puede ser tanto un aporte a nuestro entorno como puede causar daños severos. Consideremos la historia del otro, y así, poder ser empáticos. 

Sin embargo, ¿Por qué debemos esperar a que ocurran horrores y desastres para que sea escuchada e incluida la voz de todos? ¿Hasta cuándo tenemos que soportar tragedias, para obtener derechos básicos que nos incluyan? Muchas voces han sido silenciadas, atropelladas y destruidas, ¿por qué? por el simple hecho de decir lo que piensan, por parecer distinto a lo que se dice ser “normal” o socialmente correcto.
El poder expresarse y escoger es sinónimo de ser libre, el poder desplegar tus alas y en suma hacer un aporte a la sociedad. No dejemos que nuestras diferencias nos aparten, intentemos escucharnos, intentemos optar por el amor.
Imaginate apagan tu voz, imagina no poder decir lo que sientes, imagina que el miedo alcanza tal nivel que paraliza tu cuerpo y tu mente. 

¿Qué ves cuando te miras al espejo? Mírate de pies a cabeza, mira más allá de todos esos estereotipos que te imponen ser, ¿qué ves realmente? ¿Te escuchas? ¿Tu voz ha sido escuchada?… ¿Eres acaso el reflejo de tu mente?¿O estás dispuesto a reprimirte y postergarte por lo que quieren y quisieron que seas? 
Libera tu voz interior, sé el fiel reflejo de tu mente, abre esa puerta, sal, descúbrete y sé tu versión más genuina. Jamás permitas que nadie opaque tu voz. Escuchemos al del lado, al que tiene la voz y al que no se atreve a usarla.  Hagámosle saber que puede ser la persona que quiera ser. Aprendamos a tolerarnos, escucharnos y empatizar a pesar de nuestras ideologías, gustos, apariencias, costumbres y edades. Así como nosotras nos comunicamos mediante estos diálogos con ustedes, ustedes tienen la misión de comunicarse con otros. Reconciliemonos, respetémonos, dejémonos ser. Al fin y al cabo, más allá de nuestras diferencias, todos tenemos esa voz interior que quiere salir, que quiere ser escuchada, que refleja nuestras ideas, conocimientos, reflexiones y sentimientos, que nos hace estar insertados en la sociedad, que nos hace estar conectados. 

Y para ti, que vives con el miedo de lo que el resto opine sobre lo que harás: Abre tu mente, deja tus fantasías volar, realiza tus sueños. No te conformes con lo simple, el cambio que deseas no se obtiene fácil, debes luchar por él y perseverar. 
No dejes que el miedo paralice tu capacidad de pensar, expresarse y ser auténtico. Si logras conducirte con valentía, decisión y amor ante todo, contribuirás a los que te rodean, generando un mundo mejor.
Céntrate en ti mismo, cuídate, quiérete, ama, ríe, aprovecha el día, disfruta la vida, comparte con tus seres queridos y demuestra tu cariño. 
Pero sobre todo, a pesar de estar cansado y con mucho calor en las gradas, escucha con atención: arriésgate sin pensar en lo que el resto opinará sobre ti, arriésgate porque no sabrás lo que pasará mañana, arriésgate porque existen oportunidades únicas en la vida, arriésgate por un mundo mejor, arriésgate a ser quien tu quieras ser, arriésgate a liberar tu voz interior.

Y no lo olvides: piensa antes de actuar, y cuando lo hagas, hazlo con valentía y decisión. ¿Estás dispuesto a luchar por ser escuchado? 

“Atrévete a ser valiente hoy y confía en que cuando extiendas tus alas, volarás” Que tu alma te lleve a donde quieras llegar. 

¿Me escuchas? ¿Te escuchas? ¿Se escucha? Esta es nuestra voz.

Encargada de Cartonaje: Samira Borie Jaar