En una emotiva ceremonia las estudiantes de 3° Básico y una de 5° Básico, dieron comienzo a un precioso camino de preparación y formación para celebrar el Sacramento de la Eucaristía (su Primera Comunión), en el que acompañamos todos: familiares, profesores, nuestro capellán Héctor Guarda y -sobre todo- Jesús.
Las niñas recibieron la palabra de Dios y el principal mensaje fue que no basta con tenerla en una esquina que esté llena de polvo, sino que esté siempre muy gastada, ajada… ¡de tanto uso! Y que, por la tarde, antes de acostarse, puedan leer un pedacito de esta Biblia con su papá o su mamá y así vayan conociendo de a poco la vida de Jesús.
Finalmente, el padre las invitó a buscar una lectura específica y los familiares se sorprendieron al ver cómo las alumnas han aprendido a encontrar en las sagradas escrituras la palabra de Dios.