Con gran alegría este martes 27 de septiembre, celebramos una misa pedagógica, en el contexto de la preparación de nuestras alumnas de 4° Básico para que reciban el Sacramento de la Eucaristía.
Fue en medio de una cena que Jesús instituyó la eucaristía, para sellar de forma definitiva la alianza de amor con el hombre y que nos pidió que la celebremos en conmemoración suya.
Es por ello que nos acercamos con alegría a participar de la celebración de este banquete, del cual participarán nuestras alumnas en su Primera Comunión. Felicitamos a las estudiantes que participaron activamente de la misa respondiendo muy asertivamente a todas las interrogantes planteadas por el Capellán, el padre Héctor Guarda S.J.
La homilía estuvo centrada en el texto de San Mateo 13, 44-46. El tesoro escondido.
Les decía:
El reinado que Dios quiere para nosotros, nos da la plena libertad para que nosotros podamos decir libremente si quiero entrar en ese Reino o no. Porque como dice el evangelio que cuando encontremos ese Reino, vamos a querer dejarlo todo por ser parte de ese Reino, vamos a querer vender todo para participar o heredar ese Reino. Lo mismo que con los tesoros, hoy nadie tiene un tesoro en su casa, como los piratas, que se robaban tesoros. Probablemente los tesoros hoy en día están en el banco, cuando se trata de dinero. El concepto del tesoro es muy bonito y a veces los tesoros, pregúnteles a sus papás y mamás, a veces son mechones de cabellos de sus hijos pequeños, los santitos de la Primera Comunión. Hay tesoros escondidos en las familias (Cuenta la historia de los tesoros de su abuelita).
A veces, lo que tenemos como tesoro son esas copas finas para la gran fiesta. A veces tenemos manteles preciosos que nunca los usamos. Pero la vida nos muestras que los tesoros los tenemos cotidianamente con nosotros, puede ser un almuerzo, o un desayuno común de la mañana, en que no nos estamos peleando, estamos conversando de lo que es importante y estamos en un momento en que podemos decir, hemos construido una familia bonita, con esfuerzo, pero la hemos ido construyendo. Lo feliz que estamos porque tenemos a los abuelitos con nosotros.
¿Cuáles son nuestros tesoros?
¿Cuáles son aquellas cosas que nos llenan de orgullo?
Ojalá no sean cosas materiales, que después quedan arrumbadas.
Reconozcamos cuales son nuestros tesoros familiares y que podamos compartirlos con nuestros hijas e hijos.